Lleva más de 35 años ofreciendo servicios de alimentación in situ y ocio en los colegios de la Comunidad de Madrid
La firma selecciona rigurosamente las mejores materias primas, apostando por los productos locales y de temporada. La calidad, cercanía y profesionalidad son la base de su éxito. La clara especialización y la motivación de todo el equipo ha generado una gran confianza y tranquilidad entre sus clientes. Muchos de los centros escolares a los que sirven llevan con ellos más de veinte años, renovando su confianza tras cada curso.
Secoe se encuentra en un momento de desarrollo de la empresa, orientada siempre hacia la excelencia y la innovación. Los niños reciben un servicio de comedor de primera calidad, un hecho que favorece su desarrollo físico y psicológico a través de la educación en valores. La compañía se caracteriza por el trato cercano de sus equipos, lo que les permite tener una alta capacidad de respuesta ante cualquier incidencia. Además, van más allá de la nutrición de los niños, ya que también forman parte del proyecto educativo de los centros.
Secoe gestiona en la actualidad 40 colegios de la Comunidad de Madrid y cuenta con más de 900 trabajadores. Su fundadora, Trinidad Ponce, inició este proyecto con 25 años, apostando por la salud y la calidad de la comida, manteniendo un claro compromiso con la educación. Prueba de ello son sus iniciativas pioneras como el “Papá/Mamá comensal”, que permite a la familia comer en el colegio cuando lo deseen; o la figura de la enfermera del comedor para atender urgencias como alergias, caídas, golpes o heridas. Además, Ponce promueve cursos para que los alumnos aprendan a hacer la “maniobra de Heimlich”, que ayuda a evitar el riesgo de muerte en los atragantamientos.
La obsesión de Trinidad Ponce siempre ha sido que los niños coman sano y que los menús sean variados y saludables. Reconoce que la clave está en la información y que, en los últimos años, ha sido necesario concienciar a la sociedad de la importancia de que los menores coman sano: “Nunca se debe obligar a un niño a comer. Hay que negociar con él, ayudarle con juegos a que descubra nuevos sabores y nuevos alimentos y enseñarle cuáles son las vitaminas y los minerales que le aportan a su cuerpo. Y eso lo consiguen mis trabajadores, los que viven esta tarea con tanta pasión como la vivo yo”, explica.
El comedor es un escenario clave de aprendizaje para el niño. La base metodológica de Secoe es: aprende, experimenta y disfruta. El hilo conductor gira en torno a la educación en valores, la resolución de conflictos y el desarrollo de la inteligencia emocional para que los niños alcancen el máximo bienestar físico y emocional.
La capacidad de SECOE permite ofrecer una calidad excelente en su servicio. “La salud de los niños y su satisfacción es lo que más nos preocupa”, aseguran. Por ello disponen de un Plan de Gestión de la Calidad que analiza toda la cadena, sometiéndola a estrictos controles internos y externos.
FOTO: Trinidad Ponce Ponce, fundadora y presidenta de SECOE.