Su departamento de I+D+i, en el que invierten una gran cantidad de recursos anuales, es la clave de su crecimiento futuro

LIPSA es una empresa familiar, de origen catalán y líder en el sector de los aceites y las grasas vegetales. En su refinería realizan la neutralización, decoloración, hidrogenación, desodorización, interesterificación, refinación física, winterización y fraccionamiento de todo tipo de aceites y grasas que se utilizan para una gran diversidad de aplicaciones para los sectores alimentarios -humano y animal-, industria oleoquímica y fabricación de biodiesel. Su principal objetivo es convertirse en el principal proveedor de la industria en todos aquellos países en los que está presente. “Desde nuestros inicios en 1973, nuestro objetivo es ser el proveedor de referencia para todos nuestros clientes, los cuales se encuentran repartidos por todo el mundo, aportándoles de forma continua soluciones de valor añadido”, explican desde la compañía.

La firma cuenta con dos refinerías en España; una planta en Barcelona, con una capacidad que supera las 700.000 toneladas año; y otra en Huelva, con capacidad de 250.000 toneladas. Ambas fábricas procesan todo tipo de aceites líquidos gracias a la tecnología de vanguardia de la que disponen y que les permite desarrollar su actividad de forma automatizada, favoreciendo su competitividad en el mercado. La estratégica ubicación de estas dos plantas favorece la logística y potencia la exportación a los 5 continentes en los que están presentes sus aceites.

La empresa cuenta con un importante departamento dedicado al I+D+i, que describen como el punto clave para su futuro. La innovación y los nuevos desarrollos son la base de su crecimiento en el mercado altamente competitivo en el que se mueven. Destinan anualmente importantes recursos para cuidar el medio ambiente, conscientes de que el futuro pasa por trabajar de manera respetuosa con el entorno. “Deseamos que las personas que habitan en él, estén orgullosas de nuestra empresa. Para todo ello contamos con la colaboración inestimable de nuestros proveedores de materia prima, de transporte, de servicios financieros, informáticos, portuarios y aduaneros y de las entidades públicas, así como también el equipo humano de LIPSA, que está preparado para atender las demandas que el mercado requiera en el futuro”, explican.

La empresa ha hecho una apuesta por la innovación y este año ha conseguido notables éxitos entre los que destacan la mitigación de contaminantes, la mejora de los perfiles nutricionales y el desarrollo de una tecnología propia que ya han puesto en marcha para transformar residuos del proceso de refinación de aceites en una fuente sostenible de biocarburantes de bajas emisiones. “Estamos convencidos de que, a corto plazo, esta tecnología transformará la industria de aceites vegetales a nivel mundial y tendrá un impacto significativo en la evolución hacia la economía circular”, aseguran desde la compañía. 

LIPSA cuenta actualmente con más de 200 profesionales que trabajan diariamente atendiendo los requerimientos del mercado en cuanto a mejoras, nuevos productos y aplicaciones, puesto que sus productos se encuentran presentes en la dieta de un gran número de habitantes de todo el planeta.

FOTO: Jordi Soler, director de I+D

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