Una gala que arroja un poco de luz a los duros meses de pandemia

Los Premios Nacionales El Suplemento cumplen 10 años reconociendo el esfuerzo de los profesionales y emprendedores de nuestro país

Si hay una palabra que puede describir a la perfección la décima edición de los Premios Nacionales El Suplemento, es el arte. No solo por el nivel de artistas invitados, sino también por el arte con el que la organización logró reunir a los 38 premiados con sus respectivos acompañantes en un salón al que todavía se le imponían restricciones de aforo.

El Suplemento celebró su décimo aniversario en el Hotel The Westin Palace de Madrid, convirtiendo el salón Medinaceli en una gran fiesta inaugurada por la voz de Ana Guerra, que interpretó su sencillo “Tik Tak”, perteneciente a su recién estrenado segundo disco de estudio: La luz del martes.

Tras la actuación de apertura, el director de los premios, Antonio Queijeiro, tomó la palabra para dar la bienvenida a los asistentes. En su intervención, recordó el camino de El Suplemento en estos diez años “comenzamos en un momento de crisis financiera en el que se palpaba cierto pesimismo que no concordaba con el talento y el nivel de los profesionales de nuestro país”. Ahora, diez años después y una crisis sanitaria como contexto, los Premios El Suplemento siguen premiando la excelencia y sumando reconocimientos. 

La importancia del trabajo en equipo

El director aprovechó la ocasión para agradecer a todo su equipo -a quien hizo subir al escenario- su trabajo y dedicación para sacar la gala adelante, tarea complicada en estos últimos meses pandémicos. Además, lanzó un mensaje a los asistentes, animándolos a formar parte activa de la recuperación del país “en el momento en el que todas las personas recuperen su empleo y cuando la actividad económica vuelva a ser la misma que teníamos antes, podremos decir que nos hemos recuperado”. 

La pandemia, como era de esperar, estuvo muy presente en el evento, en el que se respetaron todas las medidas recomendadas, así como las medidas adicionales impuestas por la organización. Queijeiro recordó a todos aquellos profesionales y voluntarios que han estado en primera línea, pasando innumerables noches sin dormir. A todos ellos les dedicó el “Nessun Dorma” (que nadie duerma), de la ópera Turandot, interpretada por la inigualable voz del tenor Jorge Puerta.

La ceremonia de entrega de premios se sucedió con numerosos discursos, cada uno distinto al anterior, pero todos con un elemento común: el agradecimiento a todo un equipo. Lo comentaba Ana Guerra en su intervención: “si nos dedicamos a otro tipo de profesión, damos más por hecho que hay un equipo detrás, pero cuando eres artista, eres la cara visible de todo un proyecto”. La tinerfeña, se acordó también de toda la gente de La Palma, pidiendo a los presentes que no les olvidemos cuando el volcán cese en su erupción. También María Jiménez dedicó su premio a la gente de La Palma y, recogiendo la petición de Ana Guerra, lanzó una propuesta a los artistas, para unirse en un proyecto solidario y recoger fondos para los palmeros.

José Ramón Chávarri, director general de Acobur, se acordó también de todos los proyectos frustrados por la crisis del COVID-19: “la línea entre el éxito y el fracaso es muy fina y me gustaría recordar a todas esas empresas que iniciaron sus proyectos con ganas e ilusión, pero que no han logrado llegar hasta aquí”.

Las actuaciones

La música, que tanta importancia ha tenido a lo largo de estos meses de pandemia, fue la principal protagonista de esta gala convertida en fiesta. A las actuaciones iniciales de Ana Guerra y Jorge Puerta se sumaron las de la solista Aixa Romay, participante de talent shows de la talla de Tú Si Que Vales o La Voz; la soprano Vanessa Cera y la mezzosoprano Catalina Rodríguez. Los galardonados Pascual González y los Cantores de Híspalis agradecieron el premio también a través de la música, interpretando sus famosas sevillanas: “nuestra vida son los escenarios y aquí es realmente donde disfrutamos”, aseguraba Juan Luis Calceteiro, integrante del grupo.

Además, la organización contó con la actuación del cantautor Maximiliano Calvo, que presentó su nuevo tema “El Lío”, una colaboración con María Jiménez.

El jerezano Raúle, con su aire flamenco, fue el encargado del fin de fiesta de una gala más musical que nunca.

Un poco de luz

El evento arrojó un poco de luz a los tiempos vividos. Los galardonados coincidían en afirmar que la velada les hacía sentir que poco a poco estamos volviendo a la normalidad. Así lo describía Vicente Vallés, que agradecía la suerte de “poder celebrar así de juntos este evento tan estupendo”.

Por su parte, Daniel Solano, patrono y gerente de la Fundación Ochotumbao, cerraba la ceremonia de entrega con un mensaje de esperanza que marcaba la línea de actuación para los nuevos tiempos: “la luz siempre va a ganar a la oscuridad, así que, dentro de nuestras posibilidades, seamos luz”.

El gerente de El Suplemento, Pablo Suñer, fue el encargado de clausurar la gala y lo hizo lanzando un mensaje de aliento a los premiados, describiendo el cometido de los premios a través de una cita de Henry Ford: “reunirse es el comienzo, mantenerse unidos es el progreso y trabajar juntos es el éxito, sigamos trabajando juntos”, concluía.