“La elaboración de productos agrarios de calidad es un objetivo que todos compartimos en nuestra cooperativa”

Juan José Sánchez Vargas, presidente
El afán de esta cooperativa nacida en el Bajo Guadalquivir hace casi medio siglo es crear productos de calidad mediante un sistema agrario sostenible y, además, hacerlo de la mano de agricultores del territorio, asegurando una producción de calidad y unos precios acordes al mercado.
Se trata de una cooperativa agroalimentaria referente en economía y desarrollo social en Andalucía, cuyos productos y servicios se diferencian por su excelente calidad y sostenibilidad.
A finales de los años setenta, tras la desecación de las marismas del margen izquierdo del río Guadalquivir y su puesta en producción como tierras de cultivo, surgió la necesidad de crear una cooperativa que diera servicio a las más de 14 mil hectáreas que comenzaron a cultivarse en el entorno de Lebrija. Es así como nació Las Marismas de Lebrija SCA, una cooperativa pionera en la producción de la zona, cuyo equipo estaba compuesto por jornaleros y trabajadores de las tierras salinas, que con el tiempo se ha convertido en una de las zonas más productivas de Europa.
Las primeras producciones de la cooperativa tienen que ver con el algodón y el tomate, principalmente. De hecho, Las Marismas de Lebrija fue pionera en la producción de tomate procesado en Andalucía, aupándose actualmente como una de las 50 productoras de concentrado de tomate más importantes del mundo.
La cooperativa instaló su primera desmotadora de algodón en 1984, originando un salto importante en su modelo de negocio y convirtiéndose en una cooperativa agroindustrial de referencia, ampliando sus instalaciones tan solo dos años después de la incorporación de la primera desmotadora.
Su fábrica de tomate original, con una producción de 450 toneladas al día, ha experimentado numerosas ampliaciones a lo largo de los años, que la han ido dotando de la última tecnología. Actualmente, su fábrica de tomate tiene capacidad para la producción de más de 4.500 toneladas diarias de tomate fresco y la fabricación se lleva a cabo con rigurosos controles de calidad. Además, la cooperativa se asegura de que la producción se haga de forma medioambientalmente sostenible. La profesionalidad y las técnicas de cultivo de los agricultores que forman parte de la cooperativa, hacen que su pasta de tomate adquiera una calidad superior y que esté presente en todo el mundo.
Los avances tecnológicos introducidos junto con el algodón como principal cultivo, provocó que toda la región comenzara a trabajar en torno a Las Marismas de Lebrija, convirtiendo así a la compañía en el motor agroindustrial y laboral del Bajo Guadalquivir.
Tras el éxito inicial de la fábrica de tomate, el consejo rector, junto con sus agricultores, puso en marcha el cultivo de productos hortofrutícolas para su comercialización en fresco. Este plan, iniciado a principios de los años noventa, experimentó un importante impulso en 2015 bajo la presidencia de Juan Sánchez, con la construcción de un nuevo centro de manipulado y envasado de hortalizas. En la actualidad, Las Marismas de Lebrija dispone de una central hortícola con más de 10 mil metros cuadrados de superficie, ampliada en 2019, en la que se procesan diversas verduras producidas en campos cercanos, como pimientos, cebollas, brócolis, coliflor o zanahorias.
En toda esta evolución, desde 2015 hasta la actualidad, Las Marismas de Lebrija ha ido creciendo y creando nuevos departamentos que ponen su foco en la calidad del producto, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad medioambiental. Todo ello, ligado a un objetivo de responsabilidad con el entorno, muy arraigado en la cooperativa. De hecho, Las Marismas de Lebrija SCA cumple con creces los requisitos exigidos por los estándares de calidad (BRC, ISO, Halal, Kosher, Global GAP, QS, Nurture y SMETA), sostenibilidad y cuidado del entorno natural (residuos cero y Producción Integrada). “Nuestra cooperativa está formada por trabajadores y agricultores comprometidos, con inquietudes emprendedoras y con una filosofía común. La elaboración de productos agrarios de calidad es un objetivo que todos compartimos en nuestra cooperativa”, señala su presidente, Juan Sánchez.
Las Marismas de Lebrija SCA es, desde 2015, una cooperativa con una clara apuesta por las nuevas tecnologías y la innovación en los procesos. La apuesta realizada por el actual consejo rector por el I+D+i les ha permitido la optimización de sus recursos y la reducción máxima del impacto medioambiental de su actividad, fomentando, a su vez, la biodiversidad y enriquecimiento del ecosistema de la región. “Nuestro objetivo es satisfacer una necesidad social que nos toca abordar como responsabilidad de nuestra cooperativa y de nuestros socios. Ese objetivo no es otro que el de producir y ofrecer productos agrícolas y alimentarios con la responsabilidad y los valores que defendemos”, explica el presidente de la cooperativa Las Marismas de Lebrija, Juan Sánchez.
Desde 2015, Las Marismas de Lebrija ha estado alineada con las nuevas tecnologías y el avance de las mismas como parte importante de la hoja de ruta del actual consejo rector, que hoy en día les permite ser una cooperativa agroindustrial vanguardista y global, con un ilusionante presente y un prometedor futuro dentro y fuera de Andalucía.