“En Inbrooll las locuras triunfan. Nuestro conocimiento y experiencia hacen realidad las ideas de nuestros clientes”

Marc Font Ventura, CEO

Inbrooll Industries es una compañía de origen catalán fundada en 2013 gracias a la iniciativa de un grupo de veteranos de la industria y jóvenes visionarios que confiaban en la última tecnología. Junto a colaboradores externos especializados, se coordinaron estrictamente al servicio del cliente para ofrecer las mejores soluciones de ingeniería del sector.

La firma crea soluciones específicas e innovadoras que simplifican el trabajo mecánico, implementando procesos rutinarios en líneas de producción eficientes, creando productos para satisfacer las demandas reales del mercado y diseñando una simbiosis perfecta de tecnología, espacios y personas.

Inbrooll opera bajo los valores fundamentales del compromiso, la excelencia, la confianza y la responsabilidad. Son metódicos por vocación y se definen como “artesanos de ideas”, con espíritu innovador y mente abierta. “Nos encanta innovar, nos gustan los retos”, confiesan.

El equipo de Inbrooll se implica en el desarrollo global de sus clientes, asumiendo los pasos necesarios que deben tomarse para que el proyecto se complete según lo planteado en la estrategia, evitando problemas y pérdidas de tiempo para no desperdiciar recursos valiosos. “Comprendemos la confianza que nuestros clientes depositan en nosotros y trabajamos duro para asegurar que el proyecto sea viable y se ajuste a la visión inicial del cliente”, exponen desde la compañía.

El principal objetivo de la firma es convertirse en un proveedor estratégico de productos y soluciones tecnológicas a través de la conversión de ideas en productos con su metodología innovadora: Indooit. Este método propio cubre los cuatro aspectos principales del desarrollo de un producto: estudio de factibilidad, mediante definición de la idea inicial; valoración de aspectos financieros -e incluso legales- para conocer si el proyecto resultará factible; análisis de viabilidad, mediante prototipos funcionales, para su evaluación técnica; industrialización de componentes, de bancos de montaje y de bancos de ensayo, hasta la homologación, para determinar que el producto es realmente válido, seguro y de acuerdo a la legislación vigente; y, por último, producto acabado, como resultado del establecimiento de los procesos de producción necesarios: control de calidad, embalaje y etiquetado. Cada uno de estos procedimientos se realiza de manera independiente según las necesidades del cliente. “A la hora de crear un nuevo producto, solamente la excelencia es admitida, tanto en el cumplimiento de sus funciones como en la estética y operatividad final. Estos aspectos son nuestro aval de responsabilidad”, destacan desde Inbrooll Industries.

Las instalaciones de la compañía combinan diferentes espacios perfectamente equipados para cumplir con su propósito, que se extienden en un total de 200 metros cuadrados de oficinas y una zona de producción y almacén de 880 metros cuadrados. Además, disponen de 120 metros cuadrados de laboratorio para la validación de conceptos y realización de pruebas de fatiga, con un área dedicada a la metrología y control de calidad, así como un área de prototipaje. Estas instalaciones de más de 1200 metros cuadrados -en las que trabajan un total de 23 personas-, están pensadas para que todos los proyectos, sean de la magnitud que sean, puedan avanzar hasta convertirse finalmente en un producto eficaz. “En Inbrooll las locuras triunfan. Nuestro conocimiento y experiencia hacen realidad las ideas de nuestros clientes, haciendo sus empresas más rentables y aumentando su satisfacción”, señalan desde el grupo.

VISITE SU WEB

Vídeo Recogida Premio

Vídeo Testimonio