Un centro de arte de primer nivel que destaca por la excelencia de su programación y un proyecto arquitectónico único

El arte y la arquitectura forman una sincronía perfecta que cobra vida en el Centro Botín, situado en la capital cántabra y diseñado por el arquitecto y premio Pritzker Renzo Piano -en colaboración con Luis Vidal + Architects-, que consigue integrar el centro de la ciudad y los históricos Jardines de Pereda con la bahía de Santander.

El Centro Botín, situado en un lugar privilegiado de la ciudad, tiene como misión generar desarrollo social y riqueza, aprovechando el potencial que tienen las artes para despertar la capacidad creativa. Se ha convertido, a lo largo de estos poco más de 4 años de actividad, en un centro de arte referente en nuestro país, gracias a la excelencia de su programación y su contribución a la sociedad. Se trata de un lugar vivo y cercano, que actúa las veces como lugar de encuentro para los ciudadanos, donde poder disfrutar, aprender e inspirarse gracias a la diversidad de experiencias artísticas que ofrece para todo tipo de público. Es, además, un motor de generación de riqueza económica, social y cultural en la cornisa cantábrica.

La luz y la ligereza han sido aspectos esenciales en la concepción de este proyecto arquitectónico de Piano. Situado en voladizo sobre el mar, el edificio no toca tierra, sino que se encuentra suspendido sobre pilares y columnas a la altura de las copas de los árboles de los Jardines de Pereda, actuando como un muelle sobre el mar. Esta elevación permite el paso de la luz y posibilita las vistas a la bahía, integrándose completamente con el entorno que lo rodea.

El centro de arte une la ciudad y el mar a través de un túnel que permite el paso de más de trece millones de vehículos al año, alejando el tráfico, la contaminación y el ruido de la zona más urbana. Esta infraestructura, inaugurada en 2014, tiene una longitud total de 372 metros, de los cuales 219 están bajo tierra. El túnel permite, además, la conexión peatonal de los muelles de Maura y Albareda con los Jardines de Pereda. La remodelación de los jardines, a cargo del paisajista Fernando Carucho, en colaboración con Piano, supuso duplicar la extensión de estos históricos jardines, triplicando sus zonas verdes.

El ideólogo de esta maravilla arquitectónica, Renzo Piano, ha demostrado una habilidad única para crear edificios que acojan el arte y la cultura de una manera funcional, pragmática y eficaz, integrando a la perfección el entorno que los acoge. En este entorno trabajó, precisamente, Cristina Iglesias, Premio Nacional de Artes Plásticas y una de las artistas españolas más reconocidas a nivel internacional. Iglesias fue la encargada de diseñar para los Jardines de Pereda una intervención escultórica que ayudase a componer a la perfección las inmediaciones del Centro Botín. El proyecto consta de cuatro pozos y un estanque y recibe el nombre de “Desde lo Subterráneo”. El agua fluye a diferentes ritmos entre todos ellos, creando una secuencia entre las intervenciones escultóricas y los viandantes. Se trata de una serie de cinco bajorrelieves realizados en piedra gris, que encierran motivos orgánicos tallados en acero fundido, simulando las algas que podrían existir “en un posible jardín submarino”, en palabras de la propia artista. 

Pie de foto: María Cagigas Gandarillas, directora de comunicación de la Fundación Botín. 

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