Soluciones automatizadas y no destructivas para optimizar los procesos productivos

Ibon Iribarren, CEO

 

LINQ es una start-up donostiarra que nació en 2018, impulsada por un grupo de cuatro emprendedores y el centro tecnológico Ceit, en San Sebastián, con el propósito de convertirse en el partner ideal para la optimización de procesos productivos y de mantenimiento en el sector de la manufactura avanzada.

 

Se trata de una empresa tecnológica dedicada a la inspección no destructiva para el control de calidad de los procesos de fabricación. Aporta soluciones de alto valor tecnológico, basadas en distintas técnicas electromagnéticas. Dispone de las herramientas digitales más avanzadas y desarrolla software de monitorización para aumentar la producción efectiva en la industria, consiguiendo el cero defectos y cero ineficiencias.

 

Los métodos no destructivos (NDT) de LINQ detectan propiedades mecánicas de las piezas que son objeto de estudio tales como su dureza, profundidad de capa tratada, límite elástico…; así como determinados defectos de fabricación que engloban grietas, o quemas de rectificado. 

 

A través de este innovador método, la start-up ha reinventado el sector. Hasta el momento, el proceso de verificado de las propiedades mecánicas de piezas metálicas se hacía mediante la elección de piezas al azar, dentro de la cadena de producción. Las piezas elegidas se destruían para evaluar su calidad. Haciendo uso de las técnicas electromagnéticas que propone LINQ, se pueden identificar quemas de rectificado, propiedades mecánicas y de temple, defectos superficiales, grietas, etc. sin alterar la pieza inspeccionada. Esto permite un importante ahorro para las empresas del sector, especialmente en áreas como la automoción, electrodomésticos o fabricación de cables. 

 

La compañía suministra máquinas automáticas llave en mano, realizando una puesta en marcha y aprobación del equipo en planta del cliente. Pero, en su afán por incrementar la base de clientes e industrias, LINQ está apostando por una creciente estandarización de sus productos, ofreciendo también calibres manuales e incluso cabezales de inspección que sus clientes o partners pueden instalar por sí mismos. El objetivo, en palabras de Ibon Iribarren, CEO y cofundador de la compañía, es que “cada planta industrial de procesamiento de piezas metálicas tenga, al menos, un equipo de inspección no destructiva”.

 

En efecto, la innovación en sus soluciones no destructivas ha suscitado un gran interés en la industria. A pesar de su juventud, la empresa, que cuenta ya con una plantilla de 14 personas, se ha labrado un gran prestigio en un sector cuyo mercado global está en fase inicial de crecimiento y desarrollo. Ibon Iribarren, asegura que esto se debe, en parte, a que “la tecnología de LINQ contribuye a la reducción de las emisiones y del consumo energético en industria y, por tanto, a la descarbonización de los procesos productivos. Esta es una tendencia imparable y recientes eventos globales no hacen sino reafirmar la necesidad de una industria menos contaminante y menos intensiva en el consumo de energía eléctrica”, afirma el CEO.

La firma está comprometida con el medioambiente y la sostenibilidad en el sector. Su tecnología contribuye a la descarbonización de los procesos productivos. Esto ha hecho que sus soluciones hayan despertado un gran interés en el panorama internacional, habiendo obtenido sus primeras ventas de equipos en Francia, Estados Unidos y México.

 

Los productos de LINQ, además, están diseñados para funcionar las 24 horas del día, 7 días a la semana y han sido concebidos para trabajar en entornos de producción almamente exigentes. Su robustez no compite con su sencillez, ya que la compañía se esfuerza para que todos sus productos sean intuitivos y fáciles de utilizar.

 

En definitiva, LINQ busca maximizar la disponibilidad y rendimiento de los equipos de sus clientes, optimizado sus tiempos de ciclo, aumentando la capacidad productiva de sus líneas y automatizando procesos para que el equipo humano se dedique a tareas de valor añadido. “Nuestra obsesión es contribuir a una industria más sostenible y competitiva, acercándola a los cero defectos, y por fin tenemos la tecnología para hacerlo posible”, comenta Iribarren.

 

La start-up guipuzcoana ha culminado, a principios de año, un proceso de ampliación de capital de 1.240.000 € para financiar su proceso de crecimiento e internacionalización. Lo ha logrado a través de una ronda de inversión liderada por el fondo UN I+D+i Technology Transfer, gestionado por Clave Mayor y focalizado en transferencia de tecnología, suscrita por los fondos CDTI Innvierte, Radar Ventures y EIT Manufacturing. En palabras de Iribarren, “este nuevo capital nos permitirá acelerar nuestro lanzamiento de productos al mercado y nuestra expansión internacional, aspecto clave para nosotros dado el marcado carácter global de la empresa”. Así, tan solo cuatro años después de su nacimiento, esta start-up guipuzcoana dedicada a desarrollar soluciones no destructivas para optimizar los procesos productivos aborda su expansión internacional. “Estamos ya trabajando los mercados de Francia, Alemania, Reino Unido y Norteamérica, y nos hemos marcado el objetivo de exportar un 80% de nuestras ventas en un período de 3 años”, concluye el CEO.

 

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