Su ética de trabajo, unida a la discreción y exclusividad que imprime a cada una de sus creaciones forman parte indivisible de su ideario empresarial
Sus inicios profesionales como diseñadora de muebles y asesora para arquitectos, hace ya tres décadas, forjaron su posterior trayectoria como interiorista de éxito. Por el camino, Carmen Rodríguez fue sumando conocimientos en otras disciplinas (diseño de interiores e industrial, dirección de obras, fotografía artística, técnicas de iluminación...) para afrontar su trabajo de una forma global, multidisciplinar, que diera respuesta a las necesidades de sus clientes.
"Estamos hablando de unos años en los que el término decorar era sinónimo de amueblar, en los que la exclusividad del proyecto no era algo habitual. En ese momento yo ya tenía claro que el futuro pasaba por la personalización, porque no hay dos clientes iguales", destaca esta profesional coruñesa. Esa concepción del trabajo pronto dio sus frutos y hoy en día cuenta con clientes en distintas ciudades españoles y proyectos en Europa o Sudamérica.
Su capacidad de plasmar las peticiones de sus clientes en proyectos únicos, de concebir cada encargo como un reto y de alejarse de los estereotipos y de la uniformidad le han servido para afrontar con el mismo éxito la transformación de viviendas, establecimientos comerciales, hoteles o despachos profesionales: "Cada proyecto es único y hay que afrontarlo como tal", subraya.
Su ética de trabajo, unida a la discreción y exclusividad que imprime a cada una de sus creaciones forman parte indivisible de su ideario empresarial. Un proyecto para el que cuenta con la colaboración de profesionales de diversos campos y una filosofía que une todo el proceso de creación: el "slowdesing". "Se trata de transmitir el placer de disfrutar desde dentro del diseño, de cocinarlo lentamente para saborear mejor su resultado", resume.
Entre los múltiples trabajos realizados por la interiorista gallega destacan un centro hípico privado en Madrid, tres concesionarios de Yamaha y Piaggio, otros tres de Kia Motors -dos de ellos premiados internacionalmente-, la renovación de la oficina central de Conservas Calvo, diseño de nuevas viviendas turísticas de lujo para Villalia en Lanzarote y La Toja (Galicia), decoración de un museo y lobby para Uniter, un hotel para trabajadores de Combuco (Brasil), una sede de la empresa internacional Eurolatón, y otra sede de producción y venta de vehículos de alta competición.
Su curriculum continúa ampliándose con nuevos y ambiciosos proyectos omo la sede de Uniter en Estambul, el flag office de Pin&DelPino y tres nuevas villas exclusivas en algún lugar del planeta, que no podemos desvelar…
FOTO: La interiorista Carmen Rodríguez tiene una prolifera trayectoria de tres décadas en su sector