Han llevado a cabo numerosas obras, desde casas y viviendas colectivas y modulares hasta espacios públicos, como la compostelana Rúa Raxoi
Alfonso Salgado y Francisco y Manuel Liñares fundaron la empresa Salgado y Liñares hace doce años. Sus numerosas construcciones les han valido una gran cantidad de reconocimientos y galardones. Entre ellos destacan los tres premios concedidos por el Colegio de Arquitectos en los años 2002, 2008 y 2010 o el Premio Fundación Gómez Román para la Recuperación del Patrimonio también en 2010. Su participación en el proyecto colectivo Espazo Público también les permitió ser reconocidos con el Ciudades Patrimonio de la Humanidad en la edición del 2010, un año especialmente fecundo para esta empresa asentada en Bertamiráns.
Su trayectoria ha ido en continuo ascenso. La formación y evolución permanentes, así como la incorporación de nuevos profesionales al grupo les ha ofrecido la posibilidad de afrontar con solvencia la ejecución de proyectos más complejos. A día de hoy, además de los tres miembros fundadores, su estudio lo componen dos arquitectos, Santiago Rey y Carla Agar; un ingeniero, Miguel Raposo, y un delineante, Sergio Sánchez. Juntos han llevado a cabo numerosas obras, desde casas y viviendas colectivas y modulares hasta espacios públicos, como la compostelana Rúa Raxoi, u obras interiores como la Óptica MTM, también en Santiago de Compostela.
Su último proyecto se llama Addomo. Se trata de una iniciativa en la que trabajan conjuntamente con Construcciones Iglesias Mera. Con él pretenden sustituir las técnicas constructivas tradicionales por nuevos sistemas que permitan desarrollar viviendas modulares más solidas y eficientes a un coste menor, eliminando las patologías y defectos propios de los anteriores sistemas. Su buen hacer ha permitido levantar un buen numero de viviendas en diferentes lugares de Galicia, junto a un incipiente proceso de internacionalización. Y es que la calidad de estos edificios, junto a la rapidez en su ejecución y la reducción de costes con respecto a los procesos tradicionales, los hacen muy apetecibles fuera de nuestras fronteras. Un merecido premio para la creatividad en Arquitectura.