“Para ofrecer excelencia, además de lo que todos entendemos por calidad, se debe aportar una mirada diferente a lo ya establecido, romper con ciertas reglas”
Casas del Mediterráneo nace en Valencia en 1996 para convertirse en el agente inmobiliario de referencia. Más de 22 años avalan su experiencia en el sector, cumpliendo día a día con las expectativas de sus clientes, principalmente particulares y promotoras. Cuenta con el mejor portafolio de clientes a nivel local y nacional, y con todos los elementos que definen una filosofía de trabajo de vanguardia: imagen y posicionamiento, experiencia y reconocimiento, un gran equipo humano y valores.
Basa su trayectoria en la constante búsqueda de la excelencia, lo que le ha posibilitado certificarse como la primera inmobiliaria en España en recibir el EFQM de calidad en la gestión empresarial, en su versión más alta de platino. “Para ofrecer excelencia, además de lo que todos entendemos por calidad, se debe aportar una mirada diferente a lo ya establecido, romper con ciertas reglas”, matiza Regina García, CEO de la compañía, quien agrega: “Sin olvidar que el verdadero valor añadido está en la manera de hacer las cosas”.
Casas del Mediterráneo es una inmobiliaria con personalidad, carácter y estilo propio. “En la selección está nuestra esencia. Optamos por la calidad y no por la cantidad,” confiesa Regina García.
La empresa cuenta con un equipo de 16 profesionales con extensa dedicación al sector y 3 oficinas comerciales ubicadas en los puntos más estratégicos de la ciudad de Valencia. Cuenta, además, con un plan de crecimiento ambicioso, a la vez que sostenible y coherente con su identidad. “En breve buscaremos asociados para llevar el Mediterráneo a cualquier localización”, adelantan desde la compañía.
Mientras tanto, Regina García apela a las administraciones de este país para que apoyen al sector ofreciendo una mayor y mejor regulación. Afirma que tanto los consumidores como las empresas vinculadas al sector de la comercialización e intermediación inmobiliaria “están desprotegidas de legislación, y la que hay actualmente en vigor, está obsoleta”. Asimismo, destaca que “los bancos deben tener en la actualidad el papel de reguladores, para no caer en los mismos errores del pasado”.