“Supimos conservar lo atractivo de los despachos pequeños, donde se transmite la pasión por el Derecho"

 

Juan Manuel García-Gallardo Gil-Fournier desarrolló una temprana vocación por el ejercicio de la abogacía con la referencia de su padre, Juan Manuel García-Gallardo del Río, fundador en 1957 de Bufete García-Gallardo, con sede en Burgos.

“La tradición familiar de juristas se remonta a uno de mis tatarabuelos y, desde entonces, en línea recta, fue seguida por mi bisabuelo, mi abuelo, mi padre y, ahora, por tres de mis cuatro hijos”, explica el letrado.

García-Gallardo comenzó desarrollando una práctica de seguros muy relevante. En la actualidad trabaja en las principales ramas del derecho de los negocios, asesorando a alguno de los grupos empresariales más relevantes de su sector económico a nivel nacional.

García-Gallardo destaca  en Administrativo, Contratación Pública, Inmobiliario, Mercantil y Procesal (Civil, Mercantil y Penal). No obstante, en los últimos años ha desarrollado una práctica más intensa de Concursal y Penal Económico.

Consultado sobre los aspectos distintivos del bufete, destaca que mantiene un ratio asociado/socio notablemente inferior al de sus competidores. Además, se centra en asuntos que requieren la atención, extensa experiencia y sofisticación de un socio, limitando el número y tipo de casos que acepta. “Hemos sabido conservar las características que hacen atractivos los despachos pequeños, donde se transmite la pasión por el Derecho”, enfatiza.

El perfil de sus clientes es diverso, “lo que brinda constantes oportunidades de trabajo interesantes. El sector inmobiliario y constructor, la contratación pública, así como la industria agroalimentaria y la empresa familiar, han tenido siempre una importancia fundamental para nuestro despacho”.

García-Gallardo hunde sus raíces en Burgos “nuestra pequeña gran ciudad”, pero tiene presencia en todo el territorio nacional y prueba de ello es que más de la mitad de su actividad proviene de fuera de Burgos. También interviene en asuntos transnacionales, en el ámbito de la Unión Europea.

“Nuestro proyecto constante es ser los aliados estratégicos de nuestros clientes. Si a ellos les va bien, a nosotros también”, destaca el letrado.

A futuro, García-Gallardo tiene previsto aumentar su experiencia en el sector tecnológico, retomar la actividad académica de la mano de una de las Escuelas de Derecho más prestigiosas a nivel nacional y abrir oficina en Madrid, como respuesta a una creciente demanda de servicios jurídicos en la capital.

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