BBL es una marca registrada y patente en los cinco continentes y está en pleno proceso de negociación para que todos los usuarios puedan utilizar su invento que ayudará a salvar muchas vidas
Juan José Pino Méndez es un profesional de larga experiencia en el sector del automóvil. Proviene de un sector en el que la siniestralidad tiene efectos devastadores tanto a nivel humano como a nivel material y de recursos públicos, en la mayor parte de los casos. Esto le llevó a diseñar y patentar un dispositivo de seguridad activa, encargándole al ingeniero Eduardo Rendo, el desarrollo del sistema denominado BBL (Before Braking Lights), para evitar o prevenir accidentes de vehículos por colisión trasera. Un gran invento que las grandes marcas del automóvil consideraron que incorporarlo a sus vehículos era un avance importante en materia de seguridad, aunque sin el consentimiento del propietario de la patente. Hoy, están en pleno proceso de negociación para que todos los usuarios puedan utilizar este invento que ayudará a salvar muchas vidas.
La patente está registrada como tal, desde 2013, aunque la idea surgió hace una década, aunque no fue hasta encontrar los registradores adecuados -en este caso, Álvaro Herrera Dávila registrador de la Propiedad Industrial y todo su equipo- que pudo ver la luz.
BBL es además una marca registrada y patente en los cinco Continentes. Hoy la firma cuenta con un equipo jurídico, un departamento de comunicación y una dirección comercial que se centran en trazar una única dirección consistente en que el BBL se convierta en el referente de los próximos 20 años en cuanto a lo que a dispositivos de seguridad activa se refiere.
Esta invención merece reconocer a BBL como el premiado de la categoría I+D+i en los Premios Cantábrico Excelente 2016.
BBL se instaló por primera vez sobre un coche en el año 2010, para poder comprobar en detalle el correcto funcionamiento del dispositivo durante 30.000 kilómetros. Al mismo tiempo, se realizaron las pertinentes adaptaciones para perfeccionar el sistema. El dispositivo se conecta a la luz de freno superior trasera haciéndola parpadear al frenar bruscamente, desacelerando o en cualquier otra situación de peligro de colisión trasera, variando la intensidad de frenada o desaceleración, entre otras.
Si bien es cierto, que en los últimos tres años el BBL ha evolucionado junto con los nuevos dispositivos de detección de peatones, frenadas asistidas y otras circunstancias, actualmente, guarda la esencia para la que fue creado: evitar accidentes por colisión trasera. “El orgullo incondicional de BBL y de todo el equipo que cree en este sistema, sería que gracias a él se pudieran salvar vidas y evitar daños a las personas que utilizan sus vehículos”, afirman sus creadores.