“Por vocación ponemos nuestro espíritu de sacrificio, todo nuestro conocimiento y prácticas innovadoras y originales al servicio de nuestros clientes"

 

“Ser Abogado, no es una profesión, es una forma de vida y quien de sí mismo lo dice muchas veces no es consciente de lo que ello implica. No es simplemente pleitear, eso es ser un picapleitos, es buscar el momento y la ocasión, en la que horas, días, meses y años de estudio, esfuerzo y dedicación encuentran la oportunidad de hacer Justicia”, afirma José Del Prado Montoro, socio fundador mayoritario y director general de Del Prado & Partners Solicitors.

La filosofía de la firma se sustenta sobre la originalidad, evitando las copias que casi nunca son buenas. El despacho situado en Málaga, está integrado por profesionales con vocación, empatía hacia los clientes, espíritu de sacrificio, y con una buena formación teórica y práctica que se trasluce en metodologías de trabajo multidisciplinar. Aunque basados en la leyes españolas, del Prado & Partners Solicitors también abre el abanico a las necesidades legales británico-americana y europea, para lo que cuenta con un equipo bilingüe tanto en el manejo de idiomas como en el conocimiento de las culturas.

“Por vocación ponemos todo nuestro espíritu de sacrificio, todo nuestro conocimiento y diferentes prácticas innovadoras y originales al servicio de nuestros clientes”, recalca Del Prado.

Por su metodología de trabajo y expansión en servicios, el bufete Del Prado & Partners Solicitors recibe el Premio de Ley 2017 como despacho de referencia por la provincia de Málaga.

Ofrecen servicios en todas las ramas del Derecho, así como en la Administración de Fincas y Relaciones Internacionales. De ello se desprende que trabajan tanto en el ámbito del territorio español como extranjero.

“En los tiempos que corren ayudar a construir los sueños, las aspiraciones, la vida, en definitiva, de más de 25 familias que hoy por hoy conforman el despacho Del Prado no es tarea sencilla, pero si además  se consigue que respiren pasión y excelencia por su trabajo porque saben que en sus manos están muchas veces las cuestiones más sensibles que le pueden afectar a un ser humano, entonces, es tarea que muy pocos consiguen. Contagiar la vocación de servicio sólo se logra cuando uno transforma su profesión en un modus vivendi”, finaliza José Del Prado.

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