Su misión es aumentar la seguridad del mundo a través de tecnologías de reconocimiento facial que permiten la localizar individuos en lugares multitudinarios

La marca Herta nació en el año 2010 con el afán de poner al servicio de la seguridad la tecnología más rápida de reconocimiento facial, favoreciendo la identificación de sospechosos y delincuentes. En un principio, realizaba biometrías como el reconocimiento de voz, de iris y facial; pero a partir del 2012 centró su actividad en el reconocimiento facial para abordar el segmento de la seguridad íntegramente. “Nuestra misión es aumentar la seguridad del mundo con tecnologías innovadoras y soluciones software que faciliten la integración de los productos y aplicaciones en el campo de la seguridad biométrica”, explica Javier Rodríguez Saeta, CEO de la firma pionera en utilizar la tecnología de GPU, tarjetas gráficas que procesan a gran velocidad.

Su rápido crecimiento la posiciona actualmente como líder mundial en innovación en reconocimiento facial. La compañía, con sede central en Barcelona, posee también oficinas en Madrid, Londres y Los Ángeles. Tiene partners en 50 países distintos y presencia en multitud de proyectos de cobertura internacional.

Herta ha desarrollado una tecnología revolucionaria en el ámbito del reconocimiento facial, especializada en la identificación sobre multitudes en tiempo real a través de cámaras IP. “Desarrollamos software de seguridad, aportando investigación y tecnología propia en reconocimiento facial, un proceso en el que nuestro software consigue detectar, identificar y verificar la identidad de una persona”, señalan desde la compañía.

El software de Herta Security es fruto de un proceso de varios años de I+D. El resultado es un sistema único que se caracteriza por su velocidad, precisión y facilidad de uso aplicable no sólo a la seguridad, sino también a otros campos como el marketing, controles de acceso o análisis forense.

Según ha explicado Fernando Domínguez, responsable comercial de Herta, en un encuentro tecnológico: “con una veintena de cámaras se pueden controlar por completo las entradas a un estadio de fútbol y encontrar, en tiempo real, entre decenas de miles de personas, a asistentes indeseados, bloqueados o que tienen la entrada prohibida”. El sistema Herta es capaz de identificar emociones básicas, aproximar datos como la edad o el sexo, y discernir cambios en la indumentaria como gorras o sombreros, gafas, así como cambios en el rostro con bigotes o barbas. La firma tiene también otras aplicaciones en retail, ya que puede identificar clientes especiales para desencadenar distintas acciones en las tiendas.

Para Herta, el componente más importante son las personas: “Nos aseguramos de conseguir un equipo humano altamente cualificado, alineado con nuestros valores y objetivos, y que pueda desarrollarse personal y profesionalmente”, explican desde la empresa. Sus clientes son nacionales e internacionales, entre los que destacan gobiernos, banca, casinos, transporte, retail, fuerzas de seguridad, organizaciones de eventos deportivos, etc. Todo ello sin obviar los grandes nichos de mercado por explotar, como el de las ciudades inteligentes y seguras. Este modelo de negocio está entre los proyectos de la marca a corto plazo. “Hemos conseguido algunos proyectos muy interesantes que aún no podemos desvelar”, explican desde la dirección.

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