“Medicina y solidaridad son dos caras de una misma moneda porque la medicina siempre debe ser solidaria”

El Dr. César Pablo Ramírez Plaza, especializado en Cirugía General y del Aparato Digestivo en el Hospital Regional Universitario de Málaga, ha completado su formación en el Hepatobiliary Service del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York. Actualmente es jefe del Servicio de Cirugía de los hospitales QuirónSalud de Málaga y Marbella, director del Instituto Quirúrgico de Andalucía y miembro del Comité Técnico de la Asociación Española Contra el Cáncer en Málaga.
César Ramírez es el único cirujano en la Comunidad Económica Europea que ha conseguido acreditarse mediante examen en seis diplomas distintos EBSQ (European Board Surgery Qualification): Cirugía del Cáncer; Cirugía del Donante Multiorgánico; Trasplante de Páncreas; Trasplante de Hígado; Cirugía de Hígado, Vías Biliares y Páncreas; y Cirugía Endocrina. Ello le confiere, en cada uno de estos campos, la más alta cualificación y nivel profesional.
“El trabajo de un médico debe ser ante todo vocacional y así entiendo mi profesión”, afirma quien ha liderado cinco misiones humanitarias, tres de ellas en África. En total intervinieron quirúrgicamente a más de 800 pacientes sin recursos y trasladaron más de dos toneladas de material médico y quirúrgico. Sólo en África, en un año, él y su equipo han operado a 250 pacientes de patologías tiroideas y de la pared abdominal. También impulsaron de forma definitiva la construcción de un pabellón quirúrgico en Kampala (Uganda). Estas acciones están auspiciadas por “Cirujanos en Acción” (de la que el Dr. Ramírez es Patrono) y “Bisturí Solidario”, la primera asociación solidaria quirúrgica de Andalucía de la que el Dr. Ramírez es fundador y director.
El cirujano ya ha estado también en India y Ecuador: “Ayudar a las personas más desfavorecidas, en situaciones realmente extrema, es una necesidad vocacional y de conciencia”, afirma el Dr. César Ramírez y agrega: “Medicina y solidaridad son dos caras de una misma moneda porque la Medicina siempre debe ser solidaria”.
Destaca, asimismo, que cambiar la situación en estos países es muy difícil, sin embargo entre sus objetivos está no sólo “darles el pescado sino en traer una caña y enseñarles a pescar”, puntualiza. Por eso, el esfuerzo de cada viaje es doble ya que además de “atender a cientos de pacientes, también incentivamos a los profesionales locales a reforzar su formación a través de nuestras prácticas para que las necesidades sanitarias de su pueblo puedan ser cubiertas con el personal local, si en ese momento no hay ningún grupo de médicos voluntarios que se haga cargo”, explica el cirujano malagueño.