Nada de esto sería posible sin el empuje incondicional de la afición herculina, que dio una demostración de apoyo cuando se descendió y que de igual manera siguió apoyando al equipo durante su travesía por el desierto

El Real Club Deportivo de La Coruña ha vuelto a ser Superdepor. Después de un descenso que traumatizó a la ciudad herculina y a todos los amantes del fútbol, sean del lugar que sean; el equipo entrenado por José Luis Oltra ha hecho historia. 

Volvió a la máxima categoría del fútbol español en su primer intento, algo que grandes como el Atlético de Madrid o el Celta de Vigo no habían logrado antes. Lo hizo además a golpe de récords, convirtiéndose en el mejor equipo de la historia de la Segunda División. Superó el número de victorias conseguidas en una temporada en esta categoría con 29, una más de las que consiguió el Sporting de Gijón hace casi medio siglo. Superó también el número de puntos, con 91, arrebatándole el récord al Valladolid. Y además puso el tope de victorias seguidas en división de plata, con nueve partidos ganados de manera consecutiva.

Así, el domingo 27 de mayo de 2012 el Depor certificaba el ascenso tras derrotar en Riazor al Huesca por dos goles a uno, gracias a un tanto de Xisco, que se convirtió en talismán del ascenso merced a otro valioso gol logrado en el último minuto de la anterior jornada frente al Nástic de Tarragona. 

Nada de esto sería posible sin el empuje incondicional de la afición herculina, que dio una demostración de apoyo cuando se descendió y que de igual manera siguió apoyando al equipo durante su travesía por el desierto. Ellos, junto a una fantástica generación de futbolistas capitaneado por un enorme Juan Carlos Valerón, han hecho posible que La Coruña vuelva a codearse con los más grandes del fútbol. Han hecho que el Deportivo vuelva a una categoría que nunca debió haber abandonado.

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